Jaramillos de Sonsón

El primer Jaramillo de Sonsón que conocí era el padre Jaramillo mi profesor en el seminario menor de Pereira, el sacerdote Aristóbulo Arias le cambió el apellido en una fiesta estudiantil: «Habrás de llamarte el Cura Jamarillo» porque jamás has sido el hijo del otro cura. Medio siglo después conocí a Toño Bonilla Jaramillo, arquitecto constructor de iglesias. Con su conversación sabrosa desentrañe la diferencia entre el cura Jaramillo de Sonsón y Jamarillo.

Familia cafetera. Oleo del maestro Luciano Jaramillo. Museo de arte de Caldas en Manizales

“En Cloe, gran ciudad, las personas que pasan por las calles no se conocen. Al verse imaginan mil cosas las unas de las otras, los encuentros que podrán ocurrir entre ellas, las conversaciones, las sorpresas, las caricias, los mordiscos. Pero nadie saluda a nadie, las miradas se cruzan un segundo y después huyen, buscan otras miradas, no se detienen. Pasa una muchacha que hace girar una sombrilla apoyada en su hombro, y también un poco la redondez de las caderas. Pasa una mujer vestida de negro que representa todos los años que tiene, los ojos inquietos bajo el velo y los labios trémulos”.  De las ciudades invisibles de Ítalo Calvino

Siglo XX. «Venimos de tiempos idos que no reconocemos, Siglo XX y cambalache. Somos hijos de los tiempos de la familia extensa». Decía el arquitecto Toño Bonilla Jaramillo, quien construyó de dieciocho iglesias, trece capilla, dos cementerios y treinta edificios emblemáticos. 

—Soy Jaramillo de Sonsón, uno de los tantos descendientes del semental de allá. ¡El tata Jaramillo!.. ¡Fue un padrazo!..  Dejó regados ochenta y siete hijos en las breñas del páramo de Sonsón. Las manos de ese patriarca; ya viejo, tenían el agarre del acero y jamás las estrechamos, dizque uno quedaba de hospital. Lo vi arrojar una herradura que voló como una bala, sus dedos tenían el trinque de un halcón y las habilidades de un serrucho.

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Familia Ruiz Londoño de Pácora

Siglo XXI.  Y preguntaba al otro, el arquitecto amigo suyo:— Y vos que. ¿Dizque también sos Jaramillo de los de Tata, el semental?.. O acaso sos de los hijos del otro Jaramillo—.

Pensó y caviló el otro; mientras tragó saliva, salieron los feligreses de la iglesia de la virgen del Carmen: —No sé, debo ser de otros, hay tantos Jaramillo, no reconozco bien de donde viene mi apellido—

—Yo si lo sospechaba ya. Alguien me dijo, dizque venís  de la ralea de los hijos del cura Jaramillo, ese salía del altar para la cama y oficiaba.

En estos días aún puede ser vigente el tango “Cambalache” como expresión de una contracultura, vivimos los tiempos de extinción de la familia extensa tradicional, es fuerte el individualismo, el mundo es fragmentado y los consensos duran tan poco, Pereira ya no es un pueblo de colonos, cada día las noticias nos asaltan desde los hechos divisorios que dan sentido a una fragmentación tormentosa.

Jaramillo con Jaramillo, primo con primo, el abuelo tío del abuelo, sobrina y tía de la misma edad y un enredo que solo se vive en el Alto de los… Jaramillo. Es la historia del cromosoma J, que surgió como un proyecto escolar del programa Ondas de estudiantes de octavo y noveno grado de la Institución Educativa Farallones, en Ciudad Bolívar, sección Alto de… bueno, ya se sabe. Una vereda de gentes de nariz achatada, cabello ondulado, ojos claros u oscuros y cejas pobladas y separadas. Paraje que casi nadie conoce por su nombre de los libros oficiales, La Angostura parte alta, establecido hace casi 200 años por Antonio Jaramillo y su esposa M. Dolores Arboleda que pasaron por Titiribí en su camino colonizador, aunque su patria chica podría… Escribió Ramiro Vázquez Gómez en El Colombino de Medellin (dic 14 de 2017)

Y decía Toño Bonilla: —deshazte de tus tres bestias: los abolengos, esa ambición y esa ansiedad. ¡Mírate! tenés la marca de esas dos herraduras y aquel zurriago en la calva. Ya, tu  puedes deshacerte de tu carro y los cacharros. Deshazte de todos los dispositivos electrónicos, si lo haces, recuerda que esos son unos cocos, son de esos que nos asustaban en la niñez, no sabíamos que era eso pero ya sí. ¡Tranquilo!… no te seguirán. O te seguirán seguramente cuando tú mismo les pones un alma que te ata a ellos. Eso se verá muy feo entre tu ataúd.

Y decía el otro: —No me diga eso, Usted no conoce Bonilla, entre esas redes de contactos cuyas palabras llegan a mí; ahí está un diluido de puntos de vista, pensamientos y lenguajes, es probable que renazcan aglomerados de contactos humanos despedazados,  en algún momento volverán a emerger como tribus regionales o incluso globales; y, como son tan agresivos, podrán ser   semejantes a las tribus que se enfrentaban con la agresión de tiempos primitivos, como la edad de hielo de los homos que se tragó a los dinosaurios y neandertales, sería una destrucción de pueblos y especies sobre otros como ha sido siempre. ¡Vea pues!… quiero hablar de lujo y vida y pienso en decadencia. Son mis cosas de viejo.

Las Ciudades Invisibles – Italo Calvino– Ottavia, interpretaciónes Janne Krejverg, estudiante danesa de arquitectura. https://elblogdefarina.blogspot.com/2012/08/las-ciudades-invisibles-de-italo-calvino.html

Bonilla: —No jodás. No hables mas barbacha, esa gente solo mira sus pantallas; míralos, ahí están las copas de los árboles arriba de ti, allá vuelan pájaros, esta ciudad es un éxtasis de seres vivientes que están por desaparecer. Pero ahora se multiplican y se harán más vivos esos aparatos inventados. No sé si por ahí se podrán oler las hojas húmedas con aroma de naranjo.

El otro: —Mirá Bonilla, habrá mucho que ver. Nuestra pequeñez es tan basta que uno no se da cuenta de su propia oscuridad. Ya lo decía mi abuela, que sus huesos eran hechos de luces de estrellas. Y, ¿acaso no somos hijos de la luz?… Y vos ahí, encorvado. ¡Porque a mí!.. Me levanto, tomo cafecito, hasta me doy cuenta, lo que me hace levantar es el peso de mis expectativas. No te das cuenta, no estamos tan viejos, si a nosotros nos anima es la luz. Así caminemos a veces como un cangrejo entre el agua turbia bajo la lluvia.

Golconda
Golconda, por René Magritte, 1953.

6 respuestas a “Jaramillos de Sonsón”

    • Uno a veces, siempre alerta, tiene la fortuna de encontrarse un buen par de conversadores, quizá todos, muchas veces nosotros mismos, sostenemos buenas conversaciones que se quedan ahí, y se podría hacer un buen libro con ellas. Saludos a Luis y todos los suyos.

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  1. Primo tus narraciones y tus escrito son muy hermosos demuestra su calidez y la forma como se expresa de dar detalladamente una descripción de una ciudad u otro …Es muy bueno. como decimos los vallunos ve mira por eso te admiro ve saludos leonidas gamba osorio ________________________________

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    • Primo. Mirá como te olvido, a veces. En estos dias publicaré mi nuevo libro: «El Congal» diáspora y bordado. En este caso El Congal es el paraje de San Francisco – Chinchiná, donde nacieron nuestros antepasados, aunque para los mexicanos congal es el prostíbulo. Por allá también había un ´prostíbulo rural.

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