Díalogo con un acosador cibernético

Domingo 27 de julio 2:28 A.m. Me aparece un diálogo por Facebook, un tal Antonio…

Hola Guillermo.

Hola,

¿Cómo estás?

Pienso y pienso. Bien. Leo a García Lorca: La Carmen está bailando/ en las calles de Sevilla./ Dolor de rama dorada/ en primavera fingida.
Y asi me entretengo desde ahorita cuando leía «Romance del Sonámbulo»: Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas/ El barco sobre la mar/ y el caballo en la montaña.

¿Cómo vas?

Gracias a dios bien
Es buena la hora para conectarme contigo
.

Ahora también estaba pensando en asuntos de tierras lejanas y veía gente correr por los filos de una montaña de Mérida, Venezuela, mi continente Suramérica: «La tarde loca de higueras/ y de rumores calientes,/ cae desmayada en los muslos/ heridos de los jinetes». También de Lorca.

Y, ¿nos encontramos?

Sí. Y veo imágenes en tus cosas

¿Cuál cosa?

Quiero verte y no te encuentro…. Y recordaba algo en Aniceto y San Pelayo en la zona del valle del río Sinú: veo una hilera de personas con velas en las manos y sus faroles titilan con luces al sonido de canciones: «-por las orillas del río/ se está la noche mojando/ y en los pechos de Belisa/ se mueren de amor los ramos. Y desde ahí recuerdo a Beliza Calle, aquella mujer de piel madura que intentó enamorarme y le desprecié sus pechos bellos porque eran de otro.

¿Tú que más haces?

Construyo sueños. Pienso en «De la noche oscura» de Lorca: Quiero dormir el sueño de las manzanas/alejarme del tumulto de los cementerios./ Quiero dormir el sueño de aquel niño/ que quería cortarse el corazón en alta mar./

¿Y tú?

¿Construyo qué?

Yo escribo cosas porque soy narrador, concibo proyectos pictóricos, hablo mucho bla, bla, bla…indago con la gente y con los niños y pienso con canciones de Sabina. » Quien me ha robado el mes de abril/ cómo pudo sucederme a mí/ Quién me ha robado el mes de abril/ Lo guardaba en el cajón/ Donde guardo el corazón/ Yo además, me rebusco la vida como asesor en desarrollo local y gestión empresarial.

Qué bien

Monumento a las aguadoras – San Pelayo – Córdova

Veo fotografías de San Pelayo, en Córdova – Colombia.

Y… ¿dónde vives?

Pereira. Soy de Marsella, el pueblo más verde del mundo y ando por pueblos donde la gente saluda como si uno fuese de ahí, al lado de su esquina y hermano de su perro.

¿Te gustan?
Te envío mis fotos

Sí. Admiro esa tierra que no conozco, me seducen los nombres de los poblados. Cuando visite a San Pelayo, conocí a los artesanos y productores de bollo, ese que fabrican de maíz y sabores increíbles y lo cocinan envuelto de hojas. Y Pasé por San Antero donde disfruté en «El festival del burro»

Envíamelas. Ponme algún Link o inventa como… ¿Tienes videollamadas?

¿Esa revista Expectativa que menciona tu Facebook es sobre qué?
Sí. Pero en este momento una mujer bella y dulce ronca a mi lado, no quiero despertarla.
Por las orillas del río/ se está la noche mojando/ y en los pechos de Lolita/ se mueren de amor los ramos.

Solo nos vemos, sin volumen. Quiero conocerte.

Es tarde, está oscuro, estoy acostado y acá la noche no canta como a orilla de los ríos. Un día de estos, el día menos pensao podemos hablar.
El cuarto está negro, como aquella noche negra de gitanos en su fragua. Como aquella jornada cuando me amanecí de claro a claro porque ayudé a empacar bollos a las mujeres de Cereté. Estoy acostado. Esta semana podemos hablar, cuando regrese a Pereira nos contactamos con calma.

Quiero verte. Solo acepta la invitación y te veo, así sea en ropa interior.

N. No jodás con eso. Mejor búscame en http://www.visitgranorojo.com
Ahí escribo, hay imágenes narrativas, construye tus imaginarios con ellas
.

Pero quiero verte ahora

No. No es posible. Mejor léase el Romance de la noche negra, de García Lorca.

Por qué. ¿Estás desnudo?

Tengo tanta ropa y tanto mundo encima, tantas mechas de todo el mundo que he corrido que lo desnudo vuela por rendijas y se congela en el frío de Bogotá.

¿Estás en Bogotá?

Sí. La noche no quiere venir/ para que tu no vengas,/ ni yo pueda ir.. Ese verso es «Del amor desesperado» también mismo del poeta.

Yo también y estoy desnudo

Esas desnudeces son parte del estar vivo…y hay vivos de vivos, vivos que dicen andar desnudos y tienen vestimentas para hacer maldades y cazar incautos.

Estoy desnudo a la vida y a ti.

Esa es la desnudez más dificultosa, uno camina en cueros por ahí, los orea y los pone al sol y al viento, pone sus tristezas y sus debilidades a la mano de los chismosos, o al alcances de esas mujeres mironas que le calculan a uno el revuelto, esculcan los sentires, adivinan lo que uno no es capaz de decir.

Yo estoy con el huevo afuera, esperando….

¿Huevo?.. Que significa eso. Fríelo y te lo comes

No puedo, porque estoy esperando alguien que lo quiera, que lo aprecie, que sepa valorar esta soledad

Tiempo lento y largo…

Hola Guillo…
¿Te dormiste?

Esa mente loca es cosa jodida. Sacá tu soledad a orear en los pastizales, compártela con el sonido de los pájaros, lávala con la lluvia, límpiala con ceniza y lejía de esa que hacía la abuela. Ronca con ella y tírale pedos para que te la repongan los ácaros con el hedor entre tus sábanas.

No puedo. Solo quiero verte a ti

Ahí va algo de esas cosas. Reproduce este video y búscate tu caballo
La doma es larga y lenta

Me gustaría estar contigo así, abrazados, con la pierna encima.

No jodás. De pronto pateo y doy coces, rebuzno como loco, suelto mis flatulencias y sudo baldados con olor a mierda. Los ojos se brotan y puf. Nada de nada.

No me importa. Solo tú, tú y tú.

No jodás, ese tu y tu y tu, es un bolero del Caribe, de Pablo alboran Ferrandiz que lo cantaba Bobby Capó. Más viejo que la panela.

Mejor búscate un cuero, o una yegüita brincona de esas que lo mantienen a uno, lo exhiben para tenerlo como trofeo de feria y le financian a uno sus maricadas. Hazle masajes, mímala y te hará complacencias con todas tus desviaciones.

No. No la encuentro. Ya te encontré, solo tú.

Malo, malo. Soy caballo viejo sin relincho. Apenas floto por trochas de un camino de carguero y me aplastan inculpas de leña de monte.
Ponle a eso música de reggaetón, a ver sí suena y alguien te invita a culear.

Solo quiero que suenes tú, porque me tienes aquí esperándote, sin respuesta positiva.

Entonces, échale agüita a tus ansias, agua bendita de esa que se riega donde la gente llora con olor a cementerio.

Porque me insultas, solo te digo a ti de mi desesperación, solo a ti te espero.

No persistas por ahí. Esos son caminos de látigo cerrero…por ahí pican toques de queda.
Gracias por tu tiempo.

¿Mañana nos conectamos?

Buenas noches Antonio. De pronto lunes, mañana viajo largo y lento.

Lunes 5 A.m.

Buenos días Guillo. ¿Cómo amaneciste?

Fin de la conversación.

2 respuestas a “Díalogo con un acosador cibernético”

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