Su imágen de mujer bella es más evidente en su narrativa vigorosa que me ha confrontado desde su profundidad filosófica.
Entre su alma y el mundo que nos rodea a veces confluyen la tristeza y las realidades duras. «Adiós tristeza, buenos días tristeza» decía un poema de Paul Éluard.
Asegura que aunque nunca antes en la historia de la humanidad tantas personas han sido escritoras y narradoras, en un mundo de tantas contradicciones faltan nuevas formas de contarlo y reivindica la ternura para mejorar el mundo y la vida.
Los Errantes
En esta novela inquieta sobre el fenómeno de los viajes, los lugares que transitan sus historias son contenedores de mitos. A través de su lectura me estudiaba a mi mismo, me guiaba en recorridos a través las interioridades físicas de mi cuerpo, medité sobre mis propias vibraciones cuando describe una búsqueda interior desde aquella cartografía que presentan los anatomistas y con la plastinación artística y científica que conserva el material biológico de los sistemas orgánicos humanos, y aquellos mitos de la resurrección y la transformación de la vida.
Trasladé mis inquietudes desde las creencias hasta los mapas mentales de un territorio entre lo sagrado y lo espiritual, ahí nos cuestiona los tótem y sus significados, compartí con sus protagonistas las revelaciones y confrontaciones frente a los íconos de las iglesias desde su fe ante las imágenes con esa mirada sin sentido, a veces tan inquisidora y perdida que afianza con los chuzones de su indiferencia el complejo de la culpa.
“Los Errantes” es una novela poética con una sicología sobre un ejercicio de tránsito con lentitudes, sensaciones y pensamientos que confluyen desde sus innovaciones literarias, parábolas y fábulas con los humanos y la vida.
La capacidad imaginativa de Olga Tokarczuk es sorprendente, descifra los retazos rotos e incompletos en esas historias donde sus protagonistas se movilizan o se pierden entre ciudades, estaciones, lugares y épocas, sueños e interioridades. También nos conmueve con miradas al desorden del tiempo y la vida desde trenes y artefactos para la conectividad entre el hielo de una inmóvil estación, relativos paisajes y vivencias.
No somos unos e incompletos, somos parte de la vida y el universo, fragmentados en la complejidad de nosotros mismos.
Sobre los huesos de los muertos
En sus páginas leía y recordaba mis tiempos de maestro en la escuela rural de La Candelaria en Apía – Colombia, cuando veía pasar hacia la ladera de la cordillera occidental en el paso de Morro Azul del camino hacia el Chocó, un grupo de cazadores que devastaron la población de venados de cola blanca.
Venado de cola blanca

En esta novela ecologista, la autora coloca en los animales cierto sentido de la justicia y en la trama surge una mano vengadora. Lamentamos más la muerte delos seres humanos frente a la muerte de los animales, asi ha sido nuestra cultura, ellos también son seres de la vida y la narrativa de Olga Tokarczuk nos confronta con este drama.
Apenas sigo las noticias y voy tras ella al paso. También me han confrontado los rumores acerca del origen del “Coronavirus” para incertidumbre de muchos y las teorías conspirativas acerca de un arma biológica. Hay rumores y noticias que en transcurso de los días nos quieren impedir albergar esperanzas. Siempre las mentiras e inventivas conspiran en contra de la animosidad humana, mucho más dañinas que lo que afecten a la verdad misma.
Consulta su discurso al recibir el Nobel en: http://wmagazin.com/relatos/la-nobel-de-literatura-olga-tokarczuk-reivindica-la-ternura-para-mejorar-el-mundo-la-vida/
2 respuestas a “Los huesos errantes de Olga”
No he leído nada de ella, una asignatura pendiente que tendré que esforzarme en aprobar…
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Buena asignatura. Abrazos desde Cali.
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