Había Palmas de Cera y vientos fríos en carreteras de Urrao por lugares de Antioquia donde Gilberto Echeverry Mejía y Guillermo Gaviria Correa fueron asesinados por las Farc durante un intento de rescate por el Ejército Colombiano. Por allí encontré a uno de los soldados que no pudieron salvarlos, son cosas de esta vida injusta, nos decía, la gente nos miraba y le sonreían, sentía tristeza y gratitud por el cariño de los campesinos, había querido ser mimo y malabarista, divertir a los niños y la gente, cantar y actuar como personaje de circo y comediante, acá solo podía vivir con ellos ese drama.

Estaba triste por fuera y por dentro para continuar la vida fuerte, tenía intacta su ética y moral de soldado, prefirió no disparar porque podría hacerles daño a ellos y a las familias, esperó ser certero a conciencia para aislar con balas a los secuestradores y solo dar de baja cuando los guerrilleros obstaculizaran su objetivo, ellos prefirieron matar a los secuestrados y huir.
Vietnam


Ishikawa se estacionó en Saigón y cubrió la guerra de Vietnam, reportero gráfico desde 1964 hasta 1968. En 1998 donó 250 fotografías con su enfoque en la guerra de Vietnam, son parte de la exposición permanente en el Museo de Restos de la Guerra de Vietnam en Ho Chi Minh City. Entregó 270 fotografías de la ciudad de Okinawa «Cultura material después de la Segunda Guerra Mundial» Sala de exposición que se convirtió en una exposición permanente. http://elhurgador.blogspot.com/2015/03/aniversarios-fotografia-lxi-marzo-marzo.html
La novia del soldado
Ella llena mis soledades, la siento en melodías de cantinas en parajes remotos y en bohemia de ciudades. Alguna noche en el escondite donde vigilé pasos de los secuestradores, saboreaba la niebla del bosque y de la guerra, sentí la misma paz lejana que ella me guarda entre sus labios.
Cuando regresó de las batallas y dejó a su amigo muerto, me entregó la flor reseca que el otro guardaba entre sus cosas, la guardé para mí, la patria está en sus sueños y en mi es un espejismo loco. Su cuerpo tiene ternura, arrechura de rabias contenidas y pasiones de hombre arrecho.

La Novia del Soldado
El estaba en la melodía de aquel bar donde bailamos y nos dimos el primer beso, sentí ese miedo y sus ansiedades locas desde su olor a pólvora y sus pasos pesados con la salsa, su cuerpo era tan intenso, había caminado tantas veces, ya no sé si sus marchas le llevarán hacia mí.
En el monte todos los caminos me conducen hacia ella y se me atraviesan fusiles enemigos, ella me sonríe cuando hablo de esta desdicha y me abraza; me habla de sus dos caminos, uno de soledades como mi cuero duro y el otro me lo abre ella con su piel excitada donde me compensa este andar en el filo de la vida.